Casa Primicia

Casa Primicia necesitaba salir al mercado vinícola con su nueva gama, comercializada por primera vez bajo su propio nombre. El objetivo era desarrollar una propuesta de etiquetado y packaging con marcada tendencia clásica, maridando con la larga tradición de la bodega, para un vino explícitamente contemporáneo. Aquello de aunar tradición y modernidad.

Para solucionar el primer punto del briefing optamos por un recurso sencillo, pero efectista: siluetear las etiquetas con un troquel hecho a medida del logotipo de Casa Primicia. Reforzando el vínculo visual entre la nueva gama de vinos y la bodega de origen.

Hablando de la gama: su Vino Joven tiene un intenso aroma a frutos del bosque, mientras que el Crianza se caracteriza por notas de vainilla y especias; el Reserva tiene una gran estructura en boca, mientras que el Gran Reserva destaca por sus taninos maduros y aterciopelados. Cada una de estas variaciones y notas de cata se identificaron y diferenciaron con la selección de distintos papeles de la gama Fedrigoni.  Para gustos de vino, colores de etiqueta.

Todo este sistema cromático asociado al gusto (o al retrogusto que diría un sommelier), logró la buscada identificación de cada familia de botellas y consolidó la imagen de Casa Primicia en el sector, aumentando en proporción su volumen de ventas. ¡Brindamos por ello!